Archivo por meses: marzo 2022

AS “LENDAS” QUE NOS CONTOU DON ENRIQUE (II)

Seguindo coas lendas contadas por D. Enrique, hoxe imos recoller a dos castros de Bermui, a dos encantos nas medoñas e a do xabaril megalítico da Toca.


Todas elas tamén foron recollidas e transcritas por D. Xabier Martínez e están recollidas tal e como as anteriores, coma falaba D. Enrique.
Este ano, se todo vai no seu rego, no verán a Fundación Museo Etnográfico “Monte Caxado” presentará o seu número 4 dos Cadernos do Museo, no que se recollen as lendas pontesas e algunha máis da Comarca, van ilustradas, cada lenda leva un debuxo (moi simple) alusivo e penso que vai gustar, porque vai orientado tanto aos maiores coma aos nenos. A miña intención é que os nenos coñezan tamén esa parte de patrimonio inmaterial que se está a esquecer pois forman parte da esencia do noso pobo pontés.


E volvendo ao artigo, D. Xabier, acláranos antes que: “As seguintes lendas foron narradas por don Enrique Rivera Rouco, e recollidas polo diario “A Nova Unión” na páxina 16 do seu número 12, en Agosto de 1995”

LENDA DOS CASTROS DE BERMUI


Segundo esta lenda, os Castros serviron de parapeto ó rei Bermundo. A historia conta que “o gran Rei de Galicia, Bermudo, elexido polos nobles Galegos fai uns dez séculos, veuse acurrado cas embestidas dos moros. Tiña a súa sede en Compostela, e ante a proximidade do enemigo escapou para Betanzos. Os moros, capitaneados polo xeneral Almanzor, viñan como un furacán, destruíndo canto atopaban. Desfixeron por completo a cidade de Compostela e seguidamente atacaron A Coruña. Entonces o noso Bermudo saeu de Betanzos cara ó norte e refuxiouse nos Castos da montaña de poñente de As Pontes (a uns seis kilómetros). Aquela terra dos Castros recibeu ata nós, o nome de Bermui, nome do ilustre fuxitivo.


Dende alí mandou guerrilleiros contra o enemigo, pero non tiñan potencia para detelo. ó pouco tempo tomou Betanzos, entón o Rei, vendo xogado o seu pelexo, marchou para Oviedo (para a casa do seu pai), pasando polo val de As Pontes nesa retirada”.

LENDA DOS “ENCANTOS” (PERSOAS ENCANTADAS) NAS MEDOÑAS


Houbo nesta Comarca moitos “encantos” nas fosas do río Eume, nas penas e nas medoñas, eran persoas que xacían como consecuencia dalgún maleficio, o que os vellos chamaban “estar encantadas”. Falaban desde a súa prisión e podían ser desencantadas cumpríndolles algún requisito que pedían.


Cóntase dun que moraba nas medoñas de Marraxón, que lle encomendou a un paisano de alí o xeito de desencantalo. Asomoulle por un burato da medoña, doce bolos de pan, que lle debía devolver intactos ó outro día, e advertiulle que tivera coidado coa súa muller porque, levada pola curiosidade, podía encetar un e nese caso, perpetuaríase o seu encantamento.


Así sucedeu, anque lle advirtiu seriamente que non lles tocara. Cando llos devolveu, foinos botando polo burato deixando para o último o encetado. Cando este rodou ó cubil retemblou a medoña e o encanto mandou uns alaridos de desesperación pola desventura que lle viñer enriba.


Nas medoñas da fonte mineral de As Boliqueiras aínda quedaba un encanto; ademais de morar nelas, vagaba polas carballeiras que hai debaixo da fonte. Sin ver mover ningunha pola oíase un repetido ruído como si as estiveran rompendo. Este ruído facía estrañar a cantos iban alí beber das augas minerais. De feito, o fenómeno debíase a movementos da brisa entre as vellas polas dos carballos, un tempo despois desapareceu, ó ser talados por Endesa.


LENDA DO XABARÍN MEGALÍTICO DA “TOCA”
No monte da Casilla da Toca poden ver cantos pasen pola estrada para Ferrol, un cocho bravo de pedra, subido enriba doutra pedra máis grande e mirando hacia o raiante. Fixérono os nosos antepasados, do tempo inmemorial, e dotárono dun poder divino que supera o poder das meigas e dos espíritos malos. Esta figura protexía ós moradores da Veiga de Narahío e demais arredores, pois, coa súa presencia poderosa, detiña a cantos poderes enemigos viñeran ó seu frente, quedando así a salvo os que residían pola súa espalda.

Texto e fotografías aportados por D. Xose María López Ferro, director do Museo Etnográfico Monte Caxado de As Pontes coa aprobación de D. Javier Martínez Prieto, sacerdote actual da UPA de Ortigueira a quen agradecemos o seu traballo e colaboración.

ESPERAR Y SEGUIR ESPERANDO

Versión audio del articulo

Todo el mundo conoce la parábola del hijo pródigo. Por eso me pregunto qué puedo añadir yo a un relato como éste, tan conmovedor, en el que un padre acaba encontrándose de nuevo con su hijo. A esta parabola se recurre en todas las celebraciones penitenciales ¿No habla ya por sí misma? Pues no. Si alguien se dejara llevar por sus imágenes, no comprendería el alcance que pueden tener en la vida de cada uno.


Desde hace algunos años existe un movimiento a favor de la «justicia reparadora». Su intención es proponer soluciones alternativas a la justicia «tradicional», esto es, la que castiga a los delincuentes ¿Cuál es su motivación? Según un informe del ministerio de justicia canadiense, el riesgo de reincidencia es mucho más bajo con esta nueva clase de justicia. Un espíritu pragmático podría agregar: «resulta mucho más costosa a corto plazo pero menos a largo plazo».

En la misma línea hay también, entre los psicólogos americanos, un movimiento de crecimiento personal que contempla el perdón como su sexta y última etapa, tras el reconocimiento del propio dolor y de la propia indignación. Bajo este punto de vista, el perdón viene a ser una forma definitiva de liberación ¿Qué tiene que ver con todo esto, por cierto, la parábola de Jesús?


En ella nos venimos a encontrar con un padre cuyo corazón se ha roto porque su hijo ya no está a su lado y ha perdido el contacto con él. Sin desesperarse, espera la vuelta de su hijo y permanece alerta hasta que lo ve llegar de lejos ¡Cuántas veces no lo buscó en vano con sus ojos a lo lejos! Cuando finalmente aparece, no le dirige el menor reproche. Al contrario: organiza una fiesta por todo lo alto. Hay un punto de locura en la reacción de este padre. La inmensa alegría que le embarga, la «locura» que le mueve, es la expresión de su amor desbordante, sin medida ni fin. Cuando Jesús me cuenta esta parábola me está diciendo:

«Aquí está tu Dios, tu Padre, al que intento darte a conocer con mi vida entera»


He aquí, pues, lo que la fe cristiana puede aportar al debate sobre la justicia y el perdón. Pero esta aportación es muy difícil de entender para quienes no han vivido una experiencia como la que nos cuenta la parábola. Me acuerdo, en este momento, de aquel joven sin hogar con el que mi hija se encontró una vez en las calles de Ottawa: su padre le había echado a la calle porque tenía sus principios y no estaba dispuesto a permitir que la droga entrase en su casa.

Pero hay más. Mientras el hijo pródigo se siente indigno de su padre y se dispone a ser tratado por él como un criado más, el padre, que le mira con otros ojos, le pone un anillo en su dedo, símbolo de su condición de hijo. El pródigo tendrá, desde ahora, un reto ante sí: llegar a verse a sí mismo tan valioso como su propio padre le ve a él. En cuanto al otro hijo, el mayor, cabe decir que no se conoce a sí mismo. Se ve como un criado al servicio de su amo que no puede ni matar un cabrito para invitar a sus amigos, por más que su padre le recuerde:

«todo lo mío es tuyo, tienes los mismos derechos que yo»

Hace tiempo pude leer el testimonio conmovedor de un padre que, arruinado su negocio, se vio obligado a sacar a su hija de un colegio privado. La cosa no quedó ahí. Un buen día su hija se metió a bailarina de cabaret. Fueron pasando los años y corriendo el dinero hasta que la mujer empezó a envejecer, aparecieron sobre su piel las primeras arrugas y tuvo que conformarse con actuar en locales de poca monta. Un día, su padre se presentó en el tugurio donde vivía con la esperanza del reencuentro: invectivas, reproches y sarcasmos fueron todo lo que salió de la boca de su hija. Su padre pudo comprobar, entonces, hasta qué punto seguía ella detestandose a sí misma.

Frente a los que cometen crímenes y delitos, una parte muy pequeña de nuestra sociedad es capaz de percibir la fuerza liberadora del perdón. En este contexto, la fe cristiana puede aportar mucho al mostrar el rostro del Padre que está en el origen de nuestras vidas y poner de manifiesto qué es un ser humano para Él ¿No podríamos ser nosotros como este Padre que permanece a la espera, que mira a lo lejos cada día y se resiste a pensar:

«Se acabó. Ya no hay nada que esperar. Ya no hay nada que hacer»

Si amo, estoy condenado a una espera sin límites, la de quien aguarda siempre ver aparecer a su hijo de lejos.

La cuaresma es el símbolo de esta larga espera, del camino hacia la tierra prometida. Sigamos, pues, en camino con todos los que esperan la reconciliación en este mundo. Y recordemos que el camino no es nunca demasiado largo para el que sabe amar. Si ésta ha sido la actitud de Jesús, ¿no podrá ser también la nuestra?

André Gilbert

Trad. de V.M.P.

AS “LENDAS” QUE NOS CONTOU DON ENRIQUE (I)

Outros dos artigos recollidos por D. Xabier Martínez, narrados por D. Enrique na Radio Local (Radio Eume) son os relativos ás lendas, polo que o artigo de hoxe leva por título: “As lendas que nos contou D. Enrique”.


D. Enrique foi, se cadra a nivel concello, o primeiro en recoller estas lendas locais que estaban a perderse. As lendas dan explicación a feitos naturais ou sobrenaturais, feitos históricos, orixe dun lugar…, transmitíndose de xeito oral de xeración en xeración e formando parte da nosa cultura popular.


Como son varias as que vai narrando, vounas presentar en tres artigos. E, como nos últimos artigos, seguen indo no galego que falaba D. Enrique que como xa dixen non é o normativo e ten castelanismos.


E falando de lendas, o próximo número (o 4) dos Cadernos do Museo Etnográfico “Monte Caxado” está dedicado ás lendas da nosa comarca e, como non, nel van as recollidas por D. Enrique. Será presentado ao longo deste ano (aínda non hai data concreta) e agardo que guste, porque vai ilustrado.


AS “LENDAS” QUE NOS CONTOU DON ENRIQUE (I)

O pasado venres, remataban as terceiras xornadas de Estudos Históricos de As Pontes coa conferencia de Luis Gómez Souto acerca dos relatos da tradición oral que xurdiron no entorno dos xacementos arqueolóxicos.
Contamos presentarvos esta semana en AMIGUS un resumen, que está en preparación, do que foi esa conferencia. Mentres, e en relación co tema pareceume interesante poñer ante vós varias das lendas que nos deixou recollidas e narradas don Enrique Rivera Rouco.


As primeiras foron contadas por don Enrique Rivera Rocuco na Radio Local de As Pontes (Espacio “Entre nós”) en Nadal do 94 e no ano 95 respectivamente. Fálannos dos restos megalíticos de Ribadeume e tamén sobre a Cruz das Cabezas.
Javier Martínez Prieto.



RESTOS MEGALÍTICOS – RIBADEUME


“Na parroquia de Ribadeume que está a cinco quilómetros de As Pontes, seguindo a carretera que vai por A Faeira hacia a presa do Eume e a Goente. Esta parroquia conserva restos protohistóricos e históricos de importancia. Da era protohistórica queda un castro no barrio do mesmo nome que está antes de chegar a Igrexa inda das Pontes e a orilla da carretera general, trátase dunha fortificación celta que leva este nombre e que data duns seiscentos anos antes de Cristo. A obra está mal conservada debido a que os paisanos realizaron ó largo dos séculos moitos traballos agrícolas sobre a misma, pode no obstante apreciarse os perfiles externos do muro que circundaba este refuxio, principalmente na súa parte norte en que se conserva a altura primitiva. Tamén para facer un chalet amputaron un trozo de este círculo. O recinto comprende unha vintedúas áreas circunscrito por un espeso muro de mampostería duns “dez metros de altura” e con vestixios duns ventanais tipo garita para os vixilantes da instalación. Eran, en efecto, estas obras, fuertes de defensa, donde se agrupaban os celtas, antepasados nosos, en tempo de guerra. O recinto é elíptico e no seu interior hai tamén vestixios de fosas, parapetos e pequenas vivendas, todo elo cuberto de estratos de terra. Mesmo así pola parte noroeste ingresaban camiños, chamados consgostras, estreitos e profundos que daban acceso ó fuerte. Os veciños ó practica-las labores agrícolas encontraron fragmentos e cerámica, que desgraciadamente non se conservaron.


En canto ós restos históricos merecen especial mención o cementerio paleocristiano que foi descuberto ó construír unha pista de acceso á actual iglesia parroquial e ó explanar o sitio onde se fai a festa diante da Igrexa. Nesas obras feitas hai uns cantos anos apareceron varias urnas de tipo “cista” de pequenas dimensións e construídas con pezas de pizarra. Algunhas destruíronse e outras quedaron ó descuberto baixo os estratos de terra a uns dous metros de profundidade do nivel que tiña antes a finca. Tamén apareceu un sarcófago, que hoxe se conserva xunto ó templo parroquial, dunha so peza de granito ca configuración do corpo humán perfectamente lograda.


No seu interior cabe unha persoa de 1,70 cm. de altura, non ten relieves nin inscripcións polo que poder ser ben celta, ou segundo a opinión de varios investigadores pode proceder da época das persecucións do século I ó IV, cando os cristiáns omitían toda inscripción que os puidera descobrir, a tapa non se conserva. O hallazgo de algunos máis na mesma zona e sempre ó lado dos santuarios e iglesias delata a existencia de comunidades primitivas de cristiáns de orixen remoto e que serían sin duda as células cristiáns que deron lugar ás parroquias….”

Imaxes do sarcófago de Ribadeume



A CRUZ DAS CABEZAS (Lugar da Cruz Vermella)


O nome procede do tempo da guerra carlista, na década de 1830-1840 en que dous bandoleiros carlistas foron decapitados en devandito lugar, xunto ó camiño de Rábade a Ferrol, e colgáronlles as cabezas nos brazos dunha cruz alí improvisada, para escarmento dos que formaban estas bandas a fin de que non entraran na vila de As Pontes.


Ó morrer o rei absolutista Fernando VII en 1833, disputaron a sucesión Carlos V de Portugal, irmán do rei, e Isabel, filla do rei defunto, que pasaría a ser a raíña Isabel II, que reinou de 1843 a 1868. Os seguidores de Carlos eran de liña absolutista, conservadora. Os seguidores de Isabel eran liberales. O humilde pobo galego, en xera, era indiferente, máis ben se inclinaba polo movemento político de Isabel. A Carlos preferíano os nobles, os fidalgos, a xente de carreira e os comerciantes. Os carlistas terminaron acorralados polas tropas do Xeneral Espartero, a pesares da forte resistencia que fixeron capitaneados polo xeneral Miguel Gómez, que acabou fuxindo a León. Entonces quedaron guerrilleiros e bandas paralelas que baixo a apariencia carlista eran gavillas e ladróns, ós que denominaban “latrofaciosos”. En As Pontes eran coñecidos polos “fouciosos”, segundo a tradución popular que recordan os maiores. O noso pobo foi liberal co influxo das propagandas da tertulia de Juana de Vega, da Coruña, e do Capitán de Ferrol, Enrique de Borbón, parente e pretendente de Isabel II, aparte do mal recordo que tiñan do absolutismo e das tropelías carlistas.


Conta a tradición de As Pontes que esos bandoleiros con disfraz de carlistas acechaban o noso pobo entrando polo Paraño e pola Mourela. Na vila e en aldeas circundantes organizáronse piquetes de defensa para facelos fuxir. Cansos de estas loitas, co fin de asustalos dunha vez, decapitaron dous e colgáranlles as cabezas nunha cruz cun letreiro que poñía carlistas. Parece ser que fora medida eficaz para que non volveran. Desde entón ese monte denominouse. sempre monte da “cruz das cabezas”.

Debuxo ilustrativo da escena da Cruz das Cabezas

Texto, fotografía e debuxo aportados por D. Xose María López Ferro, director do Museo Etnográfico Monte Caxado de As Pontes coa aprobación de D. Javier Martínez Prieto, sacerdote actual da UPA de Ortigueira a quen agradecemos o seu traballo e colaboración.

ENVEJECER Y VIVIR AL MISMO TIEMPO

Versión audio del artículo

Todos conocemos, sin duda, a alguien así. A una mujer que ha tenido varios hijos, por ejemplo. De niños fueron a la escuela, recibieron una educación y, con el tiempo, empezaron a entender la vida de otra manera, ya no como su madre ¿No les había enseñado a todos lo mismo y con toda el alma? Poco a poco, aquellos hijos suyos fueron dejando el hogar, anduvieron por el mundo e hicieron su propia vida. Aunque seguían unidos a su madre en la distancia, no fue aquel vínculo tal como ella lo había soñado. Al menos, eso sí, no se había roto. Su esposo, tantos años a su lado, acabó falleciendo antes que ella. El hogar se le quedaba ahora muy grande sin él y la hora de las comidas le resultaba mucho menos interesante. Pasaron los años y fue perdiendo facultades. Ya no era capaz de limpiar su casa como antes. Sus piernas empezaron a vacilar. No podía caminar hasta la iglesia como solía hacerlo hasta entonces. Se iba dando cuenta de cuántos duelos había tenido que afrontar en los últimos años ¿Es esto vivir? ¿Es esto envejecer? ¿No es todo un poco triste?



El evangelio no parece tampoco invitarnos al regocijo. Por él sabemos de dos sucesos que tuvieron lugar en tiempo de Jesús: una revuelta nacionalista en Galilea que Pilato acabó sofocando de una manera sangrienta y la catástrofe ocurrida en Jerusalén, cuando se desmoronó una torre de piedra sobre dieciocho personas que pasaban por allí y murieron en el acto. Cada vez que leemos sucesos como éstos en el periódico de la mañana, reaccionamos de varias maneras. Son cosas muy tristes, desde luego. Pero, si nos preguntamos cómo ha podido pasar algo así, nuestras interpretaciones son diversas. Podemos pensar: los nacionalistas de Galilea han tenido su merecido por lo que han hecho; si no se hubieran alzado en armas no les habría pasado nada. En cuanto a la gente que pasaba aquel día por las inmediaciones de la torre en ruinas, cabe preguntarse si no fueron unos imprudentes.

A menos que no merecieran seguir viviendo mucho tiempo más ¿Y Jesús? ¿Cuál fue su reacción ante estos sucesos? Pues vino a decirnos:

«No pensemos que estas cosas les pasan a otros y no pueden pasarnos a nosotros»

Jesús nos invita a identificarnos con las víctimas de aquellos sucesos y a concluir:

«Dejemos de pensar que nos queda una vida entera por delante y tomemos, desde hoy mismo, la decisión de entrar en la entraña de nuestra existencia como si fuera nuestro último día de vida»

Jesús nos invita a todos con unas palabras que se traducen habitualmente así:

«Os lo aseguro: si no os convertis, perecereis todos de la misma manera»

Hay traductores que prefieren «si no os arrepentis». Lo que, unos y otros, intentan traducir es el verbo griego «metanoein». Su traducción literal sería «cambiar de idea». Pero, ¿a qué cambio de idea, en concreto, se refiere el evangelio? ¿Qué debemos cambiar en nosotros? Si ya nos tenemos por cristianos, ¿qué nos queda por cambiar? ¿Qué, en concreto? Para entender mejor a qué se refiere Jesús, habría que traducir, tal vez, «metanoein» como «aceptar que la vida nos cambie» o «cambiar de idea según nos vaya yendo en la vida». Una intervención militar con desenlace sangriento o un edificio que se viene abajo y aplasta a la gente son acontecimientos excepcionales, sin duda, pero forman parte de los millones de experiencias que van salpicando nuestras vidas. La única actitud plenamente humana a la que se atiene Jesús consiste en dejar que nuestras vivencias nos vayan marcando, esculpiendo nuestro rostro y, en suma, transformandonos. Entrar en la vida es abrir los ojos y el corazón a todo lo que sucede para que ello mismo pueda hablarnos y enseñarnos algo. Rechazarlo o dejar que pase sin más como el agua que corre es negarse a vivir y entregarse a la muerte.

La gran dificultad en la vida es vivir el presente. Cuando somos jóvenes queremos ser adultos, cumplir dieciocho para poder sacar el carnet de conducir, tener nuestro primer empleo con la carrera terminada y fundar una familia: la vida está en el futuro. Cuando somos mayores, en cambio, nos acordamos, nostálgicos, de otros tiempos, cuando estábamos todos en familia por Navidad con los hijos, en momentos inolvidables con nuestra pareja o de viaje por lugares extraordinarios: la vida está en el pasado. Dejar que la vida nos cambie, entrar en la vida, significa que la vida está en el presente, que se vive ahora y que no para de cambiar. Vivir es crecer sin pausa a partir de lo que vivimos cada día. No otro es el mensaje de la parábola de la higuera que leemos en el evangelio: el árbol debería haber dado ya sus frutos pero aun está a tiempo mientras siga vivo…por el momento.

Poco importa nuestra edad. Todos compartimos una misma realidad: el presente. En nuestras manos está la decisión de aceptarlo o rechazarlo. Todos tenemos vivencias grandes y pequeñas: podemos defendernos de ellas o dejar que nos transformen. Dejar que los duros fríos del invierno muerdan nuestro rostro. Envejecer es, sin duda, vivir muchos duelos. Pero es también superar todo aquello que nos movía a huir del presente, aprender a disfrutar de lo esencial y adentrarnos en la hondura de lo que nos queda, la vida misma. Lo que Jesús nos pide, él mismo lo vivió. Por eso es, para nosotros, el Viviente.

André Gilbert

Trad. de V.M.P.

FILLOS ILUSTRES DE AS PONTES

Recollermos hoxe outro artigo de D. Enrique e que foi publicado por D. Xabier Martínez o 8 de xaneiro de 2007. Fala de “Os fillos ilustres de As Pontes”, isto é xente nada en As Pontes e que destacou, a maioría fóra do pobo e aínda do país, dalgún xeito.


Coma os anteriores tamén está nun galego non normativo e con moitos castelanismos, isto é, tal e como falaba D. Enrique.

FILLOS ILUSTRES DE AS PONTES

Antonio Ferreiro Blanco, antepasado da familia Bahamonde Ferreiro, que foi maxistrado da Audiencia da Coruña.


Jesús María Bouza Bello, director do Centro Galego de Cuba. Durante o seu mandato en 1912 foi creada a sección “Sociedad de los Naturales de Puentes de García Rodríguez” que con gran entusiasmo levaron a cabo numerosos beneficios neste pobo e a súa comarca, construción de escolas, mellora de vivendas, etc.


José María Penabad López, que aínda vive, é director propietario dos dous principales diarios de Costa Rica, e director e periodista de Costa Rica. Escribe co seudónimo de “Zoquiñas”.

Imagen de José María Penabad


Antonio Formoso Permuy, merecedor en Méjico do título de ingeniero químico e director técnica de procedementos industriais, autor da obra “procedimientos industriales”, distribuído por todo Iberoamérica. Este autor era nativo de Ribadeume.

Ejemplar de un libro de Antonio Formoso


Sergio Rivera Chao, a principios do noso século foi propietario da maior parte do val de As Pontes e do pobo, porque llo comprou ó sucesor da extinguida casa de Lemos, o señor Cora de Lugo. Asimismo foi propietario das minas de ferro de Villaodriz, na provincia de Lugo, proporcionando en ambos sitios postos de traballo. Representaba naqueles tempos a primeira firma financieira de Galicia. Todavía lle vive un fillo que se chama José Rivella Illade “o mudo”.


Juan Antonio María de Suances y Fernández, que foi Ministro de Industria e presidente do INI. Viveu toda a súa infancia en As Pontes, onde se establecera o seu pai, un jefe militar anticipadamente jubilado, porque se atopaba enfermo de tuberculosis, e donde finalmente morreu. Estableceuse en As Pontes por prescripción médica para que recibira aires puros do campo, especialmente do pino. Por eso tamén o vamos chamar fillo de As Pontes, efectivamente demostrouno, apoiando a ubicación da fábrica de abonos nitrogenados no noso pobo, que foi inaugurada no ano 1959, en contra da pretensión das forzas vivas de Ferrol que desexaban situala na súa zona.

Imagen de Juan Antonio de Suances


Frai Antonio José Preito, antepasado dos Prieto de As Pontes, que foi misionero en Hispanoamérica, a mediados do século XVIII, que fixo a súa labor nas montañas entre Ecuador e Perú.


E tamén ponteses destacados en negocios.

O propietario da principal fábrica de conservas de México, que se chamaba “Conservas La Fortuna”, na ciudad de Cortazar foi Secundino Bellas Rivera, nativo de As Pontes, que consigueu alí o título de bienhechor del pueblo, e atópase hoxe enterrado no interior da catedral mexicana.


A mellor floristería de Cuba, era propiedad da familia Ferreiro de Gondré.

A principal mueblería de Cuba era propiedad de Manuel Sánchez Fraga, da familia de Graciano Sánchez, de As Pontes.

Das mellores joyerías de Cuba, eran donos os irmaos Jesús, José María e Manuel Picos Fraga, todos ponteses.


José María Rivera Corral nacido no Chamoselo, aquí en As Pontes, foi o fundador e propietrio da prestixiosa fábrica de cervezas “La Estrella de Galicia”, cuia propiedade hoxe representan os seus familiares sucerores.


E Gaspar Rivera, irmán do anterior, foi dono dunha inmensa inmobiliaria en México.

Texto e fotografías ( obtidas de internet) aportados por D. Xose María López Ferro, director do Museo Etnográfico Monte Caxado de As Pontes coa aprobación de D. Javier Martínez Prieto, sacerdote actual da UPA de Ortigueira a quen agradecemos o seu traballo e colaboración.

EL MISTERIO DE JESÚS ES TAMBIÉN EL NUESTRO

Versión audio del artículo.

¿Eres introvertido o extrovertido? Si eres introvertido, a la gente le parecerá, tal vez, que ocultas algo y se quedará con la impresión de que no te conoce mucho. Si eres extrovertido, tendrán todos seguramente la sensación de saber quién eres porque te expresas mucho y abiertamente. Y, sin embargo, es muy probable que, en ambos casos, te conozcan poco y confundan tu personaje en sociedad con tu identidad real y profunda. Más aun: te conocen poco porque, en realidad, te conoces poco tú a ti mismo.

El evangelio nos habla precisamente de esto: de cómo se nos revela o da a conocer la identidad. Solemos fijarnos en Jesús cada vez que leemos el relato de su Transfiguración. Pero son sus discípulos el centro de este relato. Son ellos quienes viven una experiencia inaudita, quienes descubren a un Jesús diferente y se asoman, en Él, al misterio del Dios vivo, tan vivo como lo fue para Moisés y Elías. Son realmente ellos los que vacilan, estremecidos ante su descubrimiento. Es verdad que esta experiencia no pudo tener lugar antes de Pascua. Con todo, no deja de ser un acontecimiento de alcance existencial.

He intentado bucear en mi propia experiencia buscando momentos intensos y privilegiados de encuentro, bien sea con los demás o conmigo mismo. Son muy escasos. Se trata, por supuesto, de algo más que de momentos hermosos y gratos en compañía de un ser querido y en torno a una botella de buen vino, por más que momentos como éstos puedan invitarnos a entrar en la profundidad de las cosas y a decir como Pedro:

«prolonguemos estos momentos y hagamos unas tiendas para que se puedan quedar entre nosotros»

El día en que me di cuenta de que estaba enamorado y de que deseaba con todo mi ser empezar un nuevo proyecto de vida hubo, para mí, un momento de luz y de liberación. Pero sentí, a la vez, un profundo estremecimiento, asustado ante lo desconocido que se me venía encima. Cuando una pareja vive en conflicto y descubre, al final de una terapia, que ambos han de tomar rumbos diferentes en la vida, pasan también por algo parecido: en un momento se sienten liberados y aterrados, a la vez, ante lo desconocido que se les viene encima. Conozco a una madre que debió hacer frente, muy pronto, a la deficiencia mental de su hija. O la aceptaba o la rechazaba -como había hecho, por cierto, su pareja-. Descubrir y entender que su hija necesitaba un amor incondicional fue liberador y terrible, a la vez, por lo que ello suponía para el resto de su vida.

¿Nos hemos alejado del relato de la Transfiguración? En absoluto. Al descubrir el misterio de Jesús, es el misterio de sus propias vidas lo que descubren los discípulos. Es increíble y maravilloso: ¡qué momento tan luminoso el de quienes así descubren que sus vidas están íntimamente unidas al Ser que es el origen del mundo y del amor! Pero, al mismo tiempo, se estremecen porque su propio mundo se desmorona y aparecen, en su conciencia, mil interrogantes. Es justo lo que nos sucede también a nosotros en momentos parecidos.

Solo me queda, ahora, una pregunta: ¿por qué los momentos más reveladores de la existencia se dan, tan a menudo, cuando lo estamos pasando mal? En el relato evangélico, el momento más revelador tiene lugar cuando se acerca el arresto de Jesús y su muerte ¿Por qué algunos han necesitado el once de Septiembre y ver miles de folios hechos pedazos y flotando en el aire como copos de nieve para empezar a verse, de pronto, a otra luz? ¿Por qué ha hecho falta esta tragedia para descubrir toda la vida que se venía gestando desde Afganistán? ¿Por qué tenemos que perder, a veces, a un ser querido para emprender un largo camino hacia el fondo de nosotros mismos? ¿Por que unos padres es enterándose de que su hijo es homosexual y pasando sus dificultades por ello cómo llegan a sentir el gozo de un encuentro en la verdad y a redescubrir la belleza de su hijo?

La experiencia de los discípulos de Jesús puede ser también la nuestra, la de cada uno de nosotros según las circunstancias. Lo será, en efecto, si nos dejamos «conducir a la montaña a un lugar aparte». Estas palabras tienen un significado diferente para cada persona. Hay momentos en la vida sobre los que no tenemos control alguno los seres humanos. El tiempo de Cuaresma nos recuerda que la vida es un camino cuyos límites solo conocemos hasta cierto punto. Pero podemos mantener abierto el corazón y dirigir nuestra oración a Jesús, que nos precede en el camino. Seremos, entonces, capaces de vivir los momentos más reveladores de nuestra vida sin temor alguno.

André Gilbert

Trad. de V.M.P.

GUERRILLEIROS NA COMARCA DE AS PONTES DESPOIS DA GUERRA CIVIL: BANDAS DE NEIRA E DE VILARIÑO

Seguimos hoxe falando dos guerrilleiros, neste caso dos escapados. No artigo de hoxe, D. Enrique, fálanos de dúas bandas, a de Neira e a de Vilariño.


Despois da Guerra Civil, moita xente do bando republicano fuxiu botándose ao monte e non quixeron entregarse por medo as represalias, por outra banda aínda tiñan a esperanza de que houbera un cambio no goberno. Por case toda Galicia e outras comunidades houbo escapados, uns máis sonados ca outros e uns máis sonoros (activos) ca outros. Tamén os houbo que lograron fuxir ao estranxeiro, dado que vían que a posibilidade dun cambio de goberno, cada vez, era menos posible.


Como os anteriores, este artigo tamén está recollido por D. Xabier Martínez no galego de D. Enrique.

GUERRILLEIROS NA COMARCA DE AS PONTES DESPOIS DA GUERRA CIVIL: BANDAS DE NEIRA E DE VILARIÑO

Banda de Neira

José Neira Fernández (En la foto, el primero a la izquierda)

Estas bandas de guerrilleiros, que aquí, vulgarmente chamábanse os “escapados”, foron militantes republicanos, que tiveran que fuxir ó perder a Guerra Civil, pero tiñan como obxectivos prolongar esa guerra civil, aínda cando Franco a deu por terminada o 1 de Abril do 39. Prolongala en espera de que o bloqueo internacional fixera caer ó Réxime de Franco, e entón eles aparecerían como continuadores da República. Dedicáronse a facer venganzas a quenes habían perseguido ós do seu partido republicano, ós que foran chivatos. Houbera algunhas mortes con este motivo. E desistiron no ano 1952 cando o presidente dos Estados Unidos, Eisenhower firmou un tratado de axuda, de paz con general Franco, e cando Franco, sin consultar co pobo nin dalo a conocer lle permiteu poñer as bases. En vista de eso, de que tiñan a causa perdida, desistiron de seguir loitando.


A banda de Neira, tuvo como lugares de operacións as montañas entre As Pontes, Ortigueira e Viveiro. Esixían comida e cartos nas casas que eles sabían que eran podientes.

Foran célebres o roubo na casa de Pardo da Rega no Freixo, e aquí ó lado das Pontes, o roubo na Riveira Nova. Un dos que se salvaron da mau deles de puro milagro foi o cura do Freixo, por haber sido chivato de militantes que tiña entre os seus feligreses, de que eran comunistas. Esta banda dispersouse ó final, sin ser capturados no seu conxunto. Soamente algún morreu nos enfrentamentos coa garda civil.

Banda de Vilariño

As motivacións desta banda de Vilariño, eran igual que as outras bandas, de Neira, e outras moitas máis que houbo no país. É dicir, prolongar a guerra civil, en espera de que caese o régimen de Franco co bloqueo, e impoñerse outra vez o sistema de izquierdas.


Os lugares de operacións desta banda foron na Capela e en Xestoso. O sea, no espacio entre As Pontes e Puentedeume. Tiñan unha cueva moi ben preparada e disimulada, onde está a presa do Eume, na Capela. Unha cueva incluso confortable disimulada, a porta estaba recuberta con ramas de árboles, de maneira que, calquera que pasase por diante dela non se daba conta de que había dentro unha banda. Tiñan incluso unha emisora, que para falar cos colegas de outros sitios elevábanlle a antena mediante un globo, e logo recollíanlle a antena.


Sobre o ano 1950 estaban xa perseguidos habitualmente pola Garda Civil e foron acorralados nesa cueva. Tiveron un grande enfrentamento ca Garda Civil, que en enorme número cercaron o lugar donde se refuxiaron. Eles metéronse na parroquia de Monfero, xunto ó río Eume nunha casa. Non se restaurou esa casa, aínda hoxe se notan os tabiques acribillados polas balas.


Despois de moitas horas de tiroteo pararon de disparar, pero a Garda Civil non se decidía a entrar. Estaba, naquel momento a mai dun dos guerrilleiros que era de Goente, e mandáronlle que entrara na casa a ver se convencía ó fillo e ós compañeiros de que se rendiran, pero ó entrar atopounos a todos mortos por suicidio ó verse vencidos e sin defensa posible coas súas mesmas armas puxeron fin á súa vida.

Texto e fotografías aportados por D. Xose María López Ferro, director do Museo Etnográfico Monte Caxado de As Pontes coa aprobación de D. Javier Martínez Prieto, sacerdote actual da UPA de Ortigueira a quen agradecemos o seu traballo e colaboración.

EL DIFICIL ARTE DE VIVIR

Versión audio del artículo

Voy a hablar un poco de mí. Cada vez que suena mi despertador, a las cinco de la mañana, dudo por un momento: ¿qué hago?, ¿lo apago y sigo durmiendo o me levanto y hago mis treinta minutos matinales de gimnasia? Me levanto. Tras el desayuno, salgo de casa y me voy al trabajo. No hay tiempo que perder. El autobús me está esperando.

Ya sentado en el autobús, me pongo a leer un documento importante. Es entonces cuando una persona de edad sube al vehículo, repleto de pasajeros. Nadie se mueve. Me levanto al instante y le cedo el asiento. El documento puede esperar…

Acabo de llegar a mi lugar de trabajo. Es el momento de organizar el día y distribuir la tarea entre los miembros del equipo. Pero resulta que alguien necesita hablar de sus problemas familiares. Yo no puedo perder el tiempo en algo que excede mis responsabilidades y no me ayuda a prosperar en mi trabajo. Pero es un ser humano y ¿no he dicho acaso que intento dejar el mundo un poco mejor? Al final, me paso una hora escuchándole.

Más tarde, me encuentro con un experto ansioso de presentarme su informe. Lo leo y me doy cuenta de su escaso interés. Pero, ¿qué le digo? ¿Le diré que es un informe deleznable y que no sabe trabajar? Mejor me pongo en plan de coach y le hago todas las preguntas que se me ocurran sobre el documento hasta que él mismo se dé cuenta de sus múltiples carencias.

La jornada llega a su fin. Es el momento de evaluar el rendimiento de un empleado. Según todos los encargados anteriores a mí este empleado venía cumpliendo con las expectativas pero yo sé que decían esto para evitar problemas. A mí me toca decir cosas difíciles, reunirme con Recursos humanos, con el sindicato y con mi propio encargado. Tomo una decisión: voy a decir la verdad y a hacer frente a la borrasca. Con ello espero ayudar al empleado a afrontar la realidad y mejorar así el ambiente en la empresa.

Es, al fin, la hora de volver a casa. Me esperan unos compañeros para tomar juntos una cerveza y una ración de pizza en la cervecería de la esquina. Así podremos pasar un buen rato. Pero no. Voy a volver derecho a casa. Mi mujer me está esperando. Después de la cena me apetece leer el periódico del día. Pero mi mujer ha tenido un día difícil y necesita hablar. El periódico puede esperar para el día siguiente. Es la hora de irme a la cama si quiero levantarme a las cinco ¡Se me ha pasado el día! ¿Cuantas decisiones he debido tomar a lo largo de la jornada? ¿Cuántas tomamos todos cada día? He aquí el difícil arte de vivir.

Puede que esta historia no tenga nada que ver con el evangelio. O sí. Se trata de aquel relato que conocemos como el de las tentaciones de Jesús. Para la mayoría de los lectores, Jesús aparece, en este relato, como un héroe que resiste sin vacilar las insidias diabólicas. Pero, visto así, nos perdemos lo esencial: que Jesús ha vivido en su propia carne todas y cada una de nuestras tentaciones y se ha visto obligado a tomar cientos de decisiones a lo largo de su vida. Como yo. Como cualquiera de nosotros. Veámoslo más de cerca.

Jesús acaba de pasar por una experiencia religiosa muy intensa, la de su bautismo en el Jordán. Ha descubierto que Dios le ama de una manera única y que tiene una misión especial en el mundo. Siente, por ello, la necesidad de aislarse para estar listo. El evangelio nos habla de un ayuno de cuarenta días en el desierto. El ayuno es una manera de prepararse para la misión. Cuarenta es una cifra que, en la Antigüedad, expresa el tiempo necesario para alcanzar la madurez en la vida. Y el desierto alude a lo que debió de pasar el pueblo judío cuando se fue de Egipto camino de la tierra prometida. A sus tentaciones de volverse atrás y a aquellos días en los que se tambaleó su fe en Moisés y en Dios mismo. Tambien Jesús pasó, a su manera, por todo esto.

La palabra «diablo», en la lengua griega, hace referencia a un palo que se mete entre las ruedas para impedir su giro. Sugiere, pues, los múltiples obstáculos que se pueden interponer a una misión. Por eso a mí me gusta traducir la expresión «tentación diabólica por deseo contrario a la misión».

Las tres tentaciones podrían resumirse así:

«…si eres un hombre habitado por Dios de verdad, reza, sobre todo, por tus necesidades físicas esenciales, para que se vean satisfechas. Recuerda que necesitas sentirte importante y entrégate, pues, a tu ansia de controlarlo todo y ser alguien. Pídele a Dios que te haga como Él para que puedas verte libre del sufrimiento y de la muerte».

Ya sabemos cuál es la respuesta del evangelio, inspirada en el Antiguo Testamento: el ser humano necesita más que pan; necesita amar y ser amado. Y necesita encontrar el sentido último de su vida. Solo Dios es un absoluto y el ser humano debe, por ello, permanecer libre frente a todo lo demás. Nosotros no podemos controlar a Dios. No podemos obligarle a que nos ahorre las penurias propias del ser humano, en particular la de tener que hacer frente a nuestra propia muerte.

Todas las decisiones de Jesús han ido en este sentido. El pasó en la vida por lo mismo que nosotros ¡La Buena Noticia! La fuerza que fue desplegando a través de sus múltiples decisiones la ha puesto a nuestro alcance hoy para que el difícil arte de vivir pueda dar origen al ser humano renovado ¿El secreto? Basta con abrirnos simplemente al Espíritu cuya voz podemos escuchar ya dentro de nosotros.

André Gilbert

Trad. de V.M.P.