Domingo 26 de Junio

De vez en cuando me siento solo. Y es, que desde hace apenas unos meses, vivo solo en un viejo caserón con más de un siglo encima. Hasta mi llegada aquí había vivido siempre con otros, aunque no siempre igualmente acompañado.
Hay muchas maneras de olvidar la soledad. Pocas, en cambio, de sentir que la necesitamos tanto como la compañía. Nuestro conflicto acaso más íntimo como seres humanos es, más o menos, éste: cuando tenemos compañía echamos de menos un poco de soledad y, cuando la soledad nos tiene a nosotros, echamos de menos el dulce asidero que solo puede ofrecer la compañía.
Nunca, pues, la una sin la otra. Yo he sido niño y luego adolescente. Monje, más tarde, durante muchos años. Desde que tengo uso de memoria he vivido muy bien acompañado. Ahora, en cambio, veo la soledad que viene. De momento me visita. Poco a poco, sus visitas serán cada vez más prolongadas hasta que se quede conmigo y yo me vea forzado a buscar la que me falta, su hermana gemela, la necesaria compañía.
Este domingo he podido escuchar aquel pasaje evangélico en el que Jesús me invita a seguirle:
«Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo nidos pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza»
No diría yo que vivir sin techo ni oficio, como Jesús con sus discipulos, sea en absoluto deseable. Hoy vivimos todos una vida, como ha puesto de relieve Julián Marías, obsesionada por la seguridad. Pero, ¿no es la vida humana radicalmente insegura? Jesús y los suyos debieron de gozar juntos por los caminos de Galilea. No entiendo por qué los teólogos se empeñan en destacar las exigencias que conlleva seguir a Jesús. Al fin y al cabo, aquellos pescadores de Galilea lo dejaron todo en un momento y se fueron con Él…
Tal vez aquí esté la clave, en dejarlo todo sin mirar atrás. Atrás dejamos toda soledad cuando comprendemos que ni compañía tenemos cuando la tenemos. Al que poco tiene nada le retiene. Hasta la soledad le habla, como a mí los muros de este viejo caserón con más de un siglo encima.
Texto escrito por V.M.P